¿Qué dificultades te encontraste al llegar al país de destino?
Ninguna digna de mención.
¿Te costó mucho encontrar el primer trabajo? ¿Cuál fue la vía para conseguirlo?
Fue rápido (3 días). Fue un trabajo de duty manager en un hotel de la ciudad.
¿Qué incidencia tiene el conocimiento y dominio de la lengua en las expectativas de integración?
Es básica: no hablar inglés sería un drama.
¿Cuáles son las diferencias más relevantes respecto al mundo laboral a Catalunya?
Se cobra semanalmente (no mensualmente como en casa). Normalmente, en trabajos no cualificados se cobra por horas, con un sueldo mínimo que equivale a los 8,5 euros/hora. El paro es del 7%. El trabajador está mucho más protegido que en Catalunya. No obstante, no hay prestación de paro. Los accidentes laborales están cubiertos como en casa, pero no hay sanidad pública.
¿Te beneficiaste de acciones de acogida en el país receptor?
No.
¿Cuál es el hábito social del país que más te ha sorprendido?
Tienen problemas serios con el alcohol y el juego: la tasa de alcoholemia en sangre cuando se conduce es casi el doble que la catalana. Se come en horario británico. Hay un fervor impresionante por cualquier actividad que sea outdoor, es a decir, al aire libre. También destacaría que hay una facilidad increíble para encontrar lugares públicos con unos estándares de limpieza y de calidad impresionantes, incluso los lavabos públicos en la ciudad. Otro hecho importante es que se comparan con Europa continuamente.
Si retrocediéramos en el tiempo, justo antes de irte, ¿qué información habrías agradecido tener?
Me habría gustado saber que no hacía falta contratar nada desde casa, que todo se puede hacer una vez estás en el país (estudios, visados, seguros, cambio de moneda, transporte desde el aeropuerto hasta la ciudad...). Y también me habría gustado saber un pequeño detalle: que no se puede entrar carne en la frontera y, por lo tanto, ¡el jamón serrano tiene que quedarse en casa!
Dada tu experiencia, si tuvieras que dar un consejo a quien acaba de llegar, ¿cuál sería?
Mi consejo sería el siguiente: Decide si quieres vivir en Auckland o no, porque son dos mundos completamente diferentes. Vivir en Auckland implica mil cosas y vivir fuera de la ciudad más grande implica toda otra serie de cosas.